Una noche que no voy a olvidar
EL pasado viernes 23 de mayo estuve frente a un escenario iluminado, rodeado de músicos que respeto profundamente, con una orquesta sonando increíble, y con un público que no solo estaba ahí para bailar o escuchar… sino para hacer un sueño realidad.
Fue el concierto de lanzamiento de Gracias por no volver, mi primer sencillo como solista en la salsa. Y fue mucho más que un show. Fue una noche donde se encendieron los sueños, se apagaron los miedos, se cosechó lo que la disciplina sembró y se gozó con todo el sabor que un concierto así puede brindar.
Gente bailando con el alma.
Una clase de salsa que nos recordó que esto se siente en el cuerpo.
Una banda sonando con pasión, precisión y corazón.
Una comunidad que se hizo presente, algunos que han estado desde siempre y otros que me escucharon en vivo por primera vez con mis propias canciones.
Ese día confirmé que vale la pena apostar por la música que nace de uno, aunque a veces se vea cuesta arriba.
Que ser artista independiente podría significar estar solo… si no fuera por una comunidad real que te sostiene, por gente que vibra con lo mismo que vos.
Que la salsa no está muriendo: está transformándose, y nos toca a nosotros honrar las raíces y reimaginar su futuro.
A todas las personas que compraron su entrada, que bailaron, que se emocionaron, que me escribieron después, que corearon… Gracias.
De verdad, gracias.
Ya son parte de esta nueva y salsera historia.
Esto apenas empieza.
Y si quieren seguir siendo parte de este sueño desde adentro, la puerta está abierta.
Con todo el corazón,
Sergio